UNA ACTIVISTA PROVIDA ganó ayer una primera batalla legal para impedir que una familia británica pueda crear un bebé de diseño que sirva como donante para realizar un transplante de médula a su hermano mayor, afectado de una grave y rara enfermedad. Josephine Quintavalle, miembro del grupo provida Comment on Reproductive Ethics (Core), alegó que esta investigación era "éticamente desagradable". Y un tribunal le ha dado la razón.