En la memoria colectiva de los españoles está la imagen de un científico que difundió a través de sus documentales el amor y el respeto hacia el mar: Jacques Cousteau. Hoy, su legado sigue vigente a través de la Ocean Futures Society que dirige su hijo, Jean-Michel Cousteau. "Me enamoré del mar cuando a los 7 años mi padre me llevó en su barco y me enseñó a bucear", confesó ayer en una rueda de prensa que ofreció en La Coruña con motivo del documental que está rodando sobre la tragedia. "Nuestra intención es llevar las imágenes y las voces de esta comunidad ante los ojos de los que pueden tomar decisiones para que algo así no se repita nunca más", afirmó.

Cousteau explicó que hizo "un documental sobre las consecuencias del accidente del Exxon Valdez y hoy, 13 años después, ni el medio ambiente ni la gente se ha recuperado". Los datos sociológicos que aportó sobre la catástrofe en Alaska, y que "podrían repetirse en Galicia", son estremecedores: "Aumentó el número de divorcios; fue más difícil hacer negocios; los bancos embargaron los barcos de los pescadores de la zona; creció el número de crímenes y las cárceles se llenaron".

"Nuestros gobiernos y nuestras industrias son culpables", manifestó Cousteau, que añadió que se debe "luchar contra los accidentes con normas que mejoren el tráfico marítimo".