Un niño de 22 meses se quedó solo y aterrorizado en una guardería de Almería durante más de una hora y tuvo que ser rescatado por la policía después de que los encargados de cuidarlo abandonaran el local y olvidaran al pequeño dentro.

La madre, Mayka Borbalán, que ha denunciado a los dueños de la guardería Kinder por negligencia, dijo que su hijo estuvo más de tres cuartos de hora llorando y que la policía lo encontró con un "ataque de pánico". El niño estaba dormido en su silleta y con el cinturón de protección puesto cuando los empleados cerraron el local. Al despertarse se encontró solo, atado y a oscuras.

PUERTAS CERRADAS Una tía del pequeño sostiene que acudió a recogerlo a las 15.15 horas del lunes, 15 minutos antes del cierre del establecimiento, y se extrañó de que las puertas y ventanas estuvieran cerradas y no hubiera ningún empleado dentro. Entonces le invadió el miedo y temió que su sobrino hubiera sido secuestrado. Avisó a su hermana, y ésta, a la policía.

A las 16.15 horas, cuando los agentes llegaron a la guardería, oyeron los gritos del pequeño y para rescatarlo forzaron una ventana. Estaba "muy asustado y casi ahogándose en su llanto", según la madre. "Creo que olvidarse de un crío es un delito bastante grave y voy a llevar mi denuncia hasta el final. No quiero que esto ocurra más ni en ésta ni en ninguna otra guardería", añadió Mayka Borbalán, que consideró normal que el niño estuviera atado a la silleta porque "es muy inquieto".

La directora de la guardería, Ana León Zamora, asumió la responsabilidad del incidente y lo achacó a "un fallo humano", aunque justificó en parte el error porque los padres y familiares del pequeño "no se ponen de acuerdo en el horario de salida del niño y cada vez viene una persona distinta a recogerlo".