Pekín anuló el año pasado las restricciones para la adopción de niños chinos, que fijaban un cupo máximo de 400. Aunque las cifras son imposibles de calcular, las organizaciones defensoras de los derechos humanos afirman que alrededor de 100 millones de niñas han sido abandonadas en China desde que entrara en vigor la política del hijo único a finales de los años 70.

Las mismas organizaciones añaden que algunas niñas incluso fueron asesinadas nada más nacer, aunque el Gobierno chino asegura que estos crímenes son casos aislados.