El presunto asesino del naipe, Alfredo Galán, pidió dos veces a la Policía Municipal de Puertollano (Ciudad Real) que le detuviera porque aseguraba que él era el autor de los seis crímenes. Pero, según fuentes policiales, los agentes locales no creyeron su versión porque estaba algo bebido y le pidieron que se marchara a su casa.

Pero Galán volvió cinco horas después del primer intento frustrado de entrega y tras haber recorrido varios bares. Tanto insistió en que era el asesino del naipe , que la Policía Local decidió llamar a su hermano y a la Policía Nacional para que se encargaran de él. Llevado a la comisaría repitió varias veces que él era el asesino hasta que los agentes hablaron con Madrid y decidieron su detención definitiva.

TRASTORNOS MENTALES La familia aseguró ayer que está convencida "al mil por mil" de que Alfredo no es el autor de los crímenes y que confía plenamente en su inocencia. Los parientes reconocen los problemas mentales del excabo del Ejército y dicen que debido a ellos "se ha creído su propia mentira".

Según la abogada de oficio del detenido, los padres y hermanos de Galán sostienen que éste padece trastornos psiquiátricos desde hace mucho tiempo "que le han hecho creerse lo que le está pasando". La letrada agregó que los médicos especialistas que le atienden desde que comenzaron sus problemas mentales aseguran que el presunto asesino "se ha creído su propia película". Por el momento, María Antonia Torres, titular del juzgado de Madrid que instruye el caso, no le ha llamado a declarar.

AISLADO EN LA CARCEL El exmilitar ingresó ayer en la cárcel de Soto del Real de Madrid, adonde fue trasladado desde la prisión de Herrera de la Mancha, Ciudad Real. Fuentes penitenciarias precisaron que le han sido restringidas sus salidas al patio, su participación en actividades con otros presos del centro y su contacto con los demás internos.

Según Instituciones Penitenciarias, el comportamiento de Alfredo Galán en prisión ha sido normal y no ha provocado ningún tipo de altercado. Los funcionarios que le vigilan cuentan que no habla mucho y que se trata de una persona muy introvertida y callada.