La Conferencia Episcopal Española (CEE) se desmintió ayer a sí misma y matizó que "el acuerdo al más alto nivel" con el PSOE sobre el contenido de la clase de Religión y su alternativa aconfesional, anunciado el pasado jueves, se limitó a simples "puntos de coincidencia". La portavoz socialista de Educación, Carme Chacón, insistió en que "nunca existió ningún acuerdo" en esta materia.

NOTA DE RECTIFICACION Antonio Cañizares, arzobispo de Toledo y presidente de la comisión de enseñanza de la CEE, reveló que la reunión de la discordia se celebró el 11 de enero del 2002 en la sede del PSOE y contó con la asistencia del presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, además del secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, y Carme Chacón.

En una nota de rectificación, Cañizares pide que no exista confrontación política en relación con la enseñanza religiosa. Sin embargo, el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, se apresuró a dar la razón al arzobispo y lo sumó a otros casos como el de la trama de la Asamblea de Madrid. "Si Cañizares dice que él llegó a un acuerdo yo lo creo. Algunos necesitan unas vacaciones. Hemos hecho un decreto que la Iglesia lo ha visto muy bien al igual que muchas personas que no forman parte de ella", comentó el vicepresidente primero.

IMPOSICION, SEGUN CCOO "La CEE ha impuesto el tratamiento que se debe dar a la asignatura de Religión. El Gobierno ha actuado a su dictado, lo que demuestra que gobierna sólo para una parte de los españoles", denunció el portavoz de CCOO, Fernando Lezcano.

El sindicato lamentó que en pleno siglo XXI se homologue una asignatura como la Religión con el resto de materias. Calificó de "sorprendente" el intento de Cañizares de trasladar al PSOE "lo que en realidad es una iniciativa exclusiva suya".