El chapapote no ha afectado al turismo gallego. Los gélidos baños oceánicos de aquellas costas no son un aliciente. Atrae más el paisaje, la gastronomía, la hospitalidad, el clima benigno. Se ha intensificado el turismo rural y familiar. La relación calidad-precio, sobre todo en la comida, es muy competitiva. Los principales núcleos turísticos han sido respetados por la marea negra. No existe ningún milagro. La naturaleza ha corregido la incompetencia política.

*Periodista.