Hay personas que cuando tienen problemas para conectarse a internet empiezan experimentar palpitaciones y sudoraciones, el preludio de un ataque de ansiedad. Es lo mismo que padecen algunos cuando no tienen un móvil a mano. Son alteraciones de reciente descubrimiento, y van en aumento. Así lo constataron ayer expertos reunidos en las jornadas celebradas en Barcelona Nuevas realidades sociales. Nuevas adicciones .

Las compras compulsivas tampoco se quedan atrás, según el coordinador de AIS (Atención e Investigación de Socioadicciones), Josep Maria Jans . Sin embargo, ver la televisión continúa a la cabeza de las actividades que crean con más incidencia un hábito enfermizo. Por detrás están la adicción al trabajo y al sexo.

PROBLEMAS SERIOS Los expertos insistieron en que la sociedad se tome en serio estos problemas que, en ocasiones, tiende a trivializar y a minimizar. Sin un tratamiento adecuado, por ejemplo, una persona adicta a internet puede acabar encerrada en casa canalizando a través de la red todo contacto exterior.

Josep Maria Jans alertó de que los adolescentes son especialmente vulnerables a las adicciones al móvil e internet porque, por una parte, reciben una publicidad agresiva y, a la vez, no disponen todavía de los mecanismos de defensa desarrollados por los adultos. Tras la adicción de un adolescente suele haber problemas de identidad, mientras que tras la de un adulto subyacen carencias de autoestima y de relación.