De presunto encubridor a testigo y, ahora, imputado. Robert Graham, el amigo de Tony King, ha sido llamado a declarar por la juez que instruye el caso de asesinato de Rocío Wanninkhof al considerar que existen indicios sobre su participación en el crimen. Graham eludió comparecer como testigo hace unos días alegando, a través de un fax, su falta de recursos económicos para costearse el viaje desde Gran Bretaña.

La titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Fuengirola, María Jesús del Río, ha tomado esa decisión tras escuchar la sorprendente declaración de King el pasado jueves en la que inculpaba a su amigo y lo relacionaba con una mafia inmobiliaria. Nada que ver con lo que había confesado en los primeros días de su detención, cuando afirmó ser el autor material de los asesinatos de Rocío, en octubre de 1999, y Sonia Carabantes, en agosto pasado, además de exculpar a su amigo.

La magistrada, que encarceló y liberó a Graham por un delito prescrito de encubrimiento, responde así a la solicitud del abogado de la acusación, Marcos García Montes, quien pidió la comparecencia como imputado del amigo de King. Graham fue localizado ayer por la Guardia Civil en Egipto. En el fax que envió al juzgado matizaba que podría estar en España en tres semanas porque había encontrado empleo.

Tras conocerse la imputación de Graham, el abogado de King, Adrián Broncano, pidió de nuevo que su defendido sea llamado a declarar para aclarar el asunto. El pasado jueves, cuando King vinculó la muerte de Wanninkhof con una mafia inmobiliaria en la Costa del Sol, sólo contestó a preguntas de su abogado.

Pero Broncano cambió de versión ayer y dijo que la supuesta trama inmobiliaria existe, pero no tiene nada que ver con el asesinato de Rocío. El letrado solicitó la comparecencia de tres testigos vinculados con la presunta mafia. El caso Wanninkhof tiene ahora tres imputados: Dolores Vázquez, King y Graham.