LA COMISION EUROPEA acordó ayer que, a partir de julio del 2004, sea obligatorio que los perros, gatos y hurones que viajen de un país comunitario a otro dispongan de pasaporte. El documento, que contendrá los tratamientos clínicos realizados y se expenderá al vacunarlos contra la rabia, permitirá la libre circulación de los animales entre los países miembros de la UE, con la excepción del Reino Unido, Irlanda y Suecia, que exigirán otros requisitos.