La juez de menores Sagrario Guitart ha impuesto una pena de ocho años de internamiento en régimen cerrado y otros cuatro de libertad vigilada a cada uno de los tres menores de edad que participaron en el asesinato del estudiante colombiano Ronny Tapias, apuñalado junto a un instituto de Barcelona el 28 de octubre pasado. La sentencia detalla que el ataque fue "sorpresivo" y que "la elección de Ronny fue una fatal equivocación".

La juez considera al colombiano Juan Felipe G. O., de 18 años, y a los dominicanos Leonel P. R. V y Jeury D. T, de 17 años, coautores de un delito de asesinato y una falta de lesiones. Por ello, les impone una medida de ocho años de internamiento, la pena máxima que establece la ley del menor y la misma que la fiscalía había pedido, así como otros cuatro más de libertad vigilada, uno menos de lo solicitado por las acusaciones. Uno de estos menores, Juan Felipe, ya salió el martes en libertad, al cumplirse el máximo de seis meses de internamiento preventivo, mientras que los otros dos lo harán en mayo, antes de que la sentencia sea firme. Deberán acudir al juzgado una vez por semana. Sus abogados recurrirán el fallo.

Ronny nunca fue miembro de ninguna banda, pero fue una pelea entre dos de ellas, compuestas por inmigrantes suramericanos, lo que propició su muerte. La sentencia expone que dos días antes de la agresión mortal se produjo una pelea entre miembros de estas bandas en una disco. Fue el ánimo de revancha lo que movió a cinco jóvenes, entre ellos dos de los juzgados, a ir el 28 de octubre al instituto donde creían que estudiaban sus odiados rivales. Pero erraron y cuando vieron salir del centro a Ronny, lo confundieron con un integrante de la banda rival. Le siguieron y le asestaron una puñalada en el pecho.

Ronny, malherido, pudo salir corriendo, pero cayó al suelo y sus perseguidores le patearon y "dieron por cierta su muerte", recoge la sentencia.