Son ricos y famosos y se creen con el derecho de disputar carreras por carreteras abiertas al público. Por segunda vez este año, los Mossos d´Esquadra frustraron ayer el rally conocido por Cannonball, que partió de Londres y tenía la meta en Benidorm (Alicante). A su paso por Cataluña, 60 automóviles de lujo y sus conductores, de los 120 participantes, terminaron la etapa en una comisaría.

Anoche, esos 60 automovilistas, la mayoría británicos, prestaban declaración ante los Mossos por participar en una carrera ilegal. Fuentes de la policía autonómica informaron de que quedarían en libertad con cargos, avanzada la noche o ya de madrugada y que les serían devueltos los vehículos. Los agentes les imputan un supuesto delito de asociación ilícita y a dos de ellos, además, conducción temeraria.

Fuentes de la investigación sostienen que los detenidos se reunieron para organizar un rally ilegal de automóviles por carreteras convencionales, con el peligro que ello representa.