Cientos de miles de residentes en los estados de Misisipí, Alabama, Luisiana y Florida (EEUU) fueron animados anoche por las autoridades locales a evacuar sus hogares ante al avance del huracán Iván hacia sus costas, tras causar 68 muertos y graves daños materiales en los países caribeños que ha arrasado durante el fin de semana.

Sus vientos de más de 230 kilómetros por hora azotaron Cuba el lunes por la noche, y ayer amenazaban las costas estadounidenses, desde las doradas playas de Florida occidental hasta la ciudad de Nueva Orleans, cuyo millón de residentes fueron advertidos de la conveniencia de evacuarla.

"Esta es una tormenta muy peligrosa", explicó el alcalde, Ray Nagin, advirtiendo a los vecinos de Nueva Orleans de que los daños podrían ser muy graves incluso si Iván pasa a 160 kilómetros de la ciudad del jazz. El huracán estaba catalogado como de fuerza 4 sobre un máximo de 5.

Las cinco horas que Iván tardó en cruzar el canal de Yucatán fueron angustiosas, tanto para los escasos habitantes del extremo occidental de la isla de Cuba, como para los lugareños y visitantes de la punta oriental de México, donde se encuentra el gran centro turístico de Cancún. Todavía en la mañana de ayer, la mitad occidental de Cuba y el norte de la península de Yucatán estaban siendo azotados por vientos huracanados y lluvias torrenciales que provocaron destrozos e inundaciones y dejaron incomunicadas diversas comunidades, aunque la calma regresaba horas más tarde.

QUINTO HURACAN Iván, el quinto huracán de la temporada, ha castigado ya a Barbados, Colombia, Granada, Haití, Jamaica, República Dominicana, Trinidad y Tobago, las Antillas Holandesas, Venezuela, Islas Caimán, Cuba y la península mexicana de Yucatán. La más golpeada fue la isla caribeña de Granada, donde murieron 37 personas y al menos la mitad de sus 100.000 habitantes quedó sin techo.

Por su parte, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, pidió ayer a la comunidad internacional que sea generosa y suministre recursos a los afectados. Annan expresó su preocupación por la pérdida de vidas, los heridos y la destrucción que ha provocado este fenómeno natural. "El secretario general pide a la comunidad internacional que ofrezca su solidaridad", dice el comunicado.