La Iglesia católica se mantiene en sus trece de clase de Religión para todos o alternativa. La Conferencia Episcopal Española (CEE) propuso ayer al Gobierno que esta materia se imparta "en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales" y, por tanto, con un valor académico similar a las Matemáticas o la Historia y la Geografía.

La posición de la jerarquía católica fue expuesta ayer a la titular de Educación, María Jesús San Segundo, por el arzobispo de Toledo y presidente de la comisión episcopal de enseñanza, Antonio Cañizares, durante una entrevista calificada por ambas partes de "breve, positiva y constructiva". "Hay voluntad de iniciar un proceso de diálogo", aseguró tras el encuentro el secretario general de Educación, Alejandro Tiana.

DEMANDA SOCIAL Los prelados, que solicitaron el encuentro para llevar personalmente y de viva voz sus reflexiones y comentarios, entregaron a San Segundo un documento que contiene el análisis de la situación actual y sus opiniones a la propuesta ministerial de reforma educativa.

El documento, calificado de "confidencial" por Tiana, rechaza de plano la posibilidad de que la enseñanza de la Religión no sea evaluable y carezca de alternativa y, sobre todo, que pueda quedar fuera del horario lectivo como también recoge el documento de debate del Ministerio.

La CEE advierte en sus observaciones de que la clase de Religión goza de una elevada demanda social, ya que es solicitada por casi el 80% de los padres. Para los obispos, sacar la materia de Religión del currículo escolar vulnera el artículo 27.3 de la Constitución, que garantiza el derecho de los padres a que sus hijos reciban formación religiosa. Su dictamen jurídico subraya que también iría en contra del acuerdo firmado por España y la Santa Sede de 1979, que establece que la de Religión debe equipararse al resto de las asignaturas fundamentales.

También recuerda la jerarquía católica que la Confederación Católica de Padres de Alumnos (Concapa), ha recogido ya 2.511.427 firmas a favor. La organización ha ampliado la recogida de firmas hasta el 20 de enero.