Ni las relaciones de pareja, ni alquilar piso ni encontrar trabajo. La segunda preocupación de los jóvenes españoles es disponer de carnet de conducir, solo ligeramente por detrás de las relaciones con los amigos, según una macroencuesta presentada ayer por la Fundación RACC que aborda la relación entre la seguridad vial y la juventud desde casi todos los ángulos. Su diagnóstico no deja lugar a dudas: hay que invertir más en la formación vial para que España deje de ser el cuarto país de Europa con más muertos menores de 30 años en la carretera.

La encuesta, realizada entre 1.211 jóvenes de entre 17 y 29 años, dibuja el perfil de un joven preocupado por disponer de la movilidad y autonomía que le comporta el carnet de conducir, incluso por encima de la disposición de un vehículo propio. Este pueden proporcionarlo los familiares o los amigos. Casi la mitad de los encuestados (44%) usan el vehículo privado para trasladarse y muchos menos (25%) sienten apego por el transporte público.

EL PERMISO POR PUNTOS El aprecio que los jóvenes sienten por su licencia de conducción podría explicar que en la franja de entre 15 y 24 años sea donde más ha bajado la mortalidad (un 36%) tras la implantación del carnet por puntos.

La adicción al coche o a la moto también pueden explicar que España solo esté detrás de Austria, Luxemburgo y Francia en el porcentaje de jóvenes que dejan su vida en el asfalto sobre el total de fallecidos en carretera. El 19% tiene entre 15 y 24 años, mientras que en países como Holanda y Suecia ronda el 9%, menos de la mitad.

Como ocurre también con los adultos, los encuestados tienen un concepto de su conducta al volante superior a la real. Solo el 33% admite que sobrepasa los límites de velocidad, el 32% que va con la música a tope, el 25% que conduce cansado y el 23% que habla por el teléfono móvil, aunque el sondeo revela que el resto de la población cree que los porcentajes son más elevados.

Un caso de menor relevancia numérica, pero significativo, afecta al 1% que asegura haber participado en carreras con otros vehículos. La cifra puede parecer pequeña pero la traducción es que decenas de miles de conductores noveles participan en esta práctica de alto riesgo.

La pista a seguir para afrontar la problemática la dan, según el RACC, los propios jóvenes en sus respuestas. El 40% advierte que el examen que lleva a cabo la Dirección General de Tráfico (DGT) no le capacita para conducir. Los expertos de la fundación relacionan este dato con el hecho de que durante el primer año de conducción las posibilidades de tener un accidente se multiplican por cinco. "Debe abordarse de una vez por todas la tan anunciada reforma de los exámenes de conducir y mejorar la formación de las autoescuelas, complementándola con cursos de refuerzo para los noveles", resumió el presidente de la Fundación RACC, Alfons Perona.

LOS MUNICIPIOS El club de automovilistas sostiene que los municipios deben implicarse más en la lucha por la seguridad vial facilitando el transporte público nocturno para las zonas de ocio y vetando, por ejemplo, la instalación de discotecas en puntos donde solo se podrá acceder en vehículo privado. "No nos podemos conformar y atribuirlo todo a la actitud y la inexperiencia de los jóvenes, hay medidas que están al alcance", concluyó Perona.