En un avance que puede convertir en el futuro una punción lumbar en un método fiable para diagnosticar el alzhéimer, un grupo de científicos de la Universidad de Cornell y del Weill Cornell Medical College de Nueva York ha identificado en 68 enfermos la presencia de 23 proteínas con "vínculos conocidos con los mecanismos causantes" de la dolencia.

Algunas de esas proteínas están vinculadas con los coágulos cerebrales, otras con la inflamación del cerebro y otras con la pérdida de comunicación entre células cerebrales.

El descubrimiento fue publicado ayer en el Annals of Neurology y, aunque no modificará la actual ausencia de tratamiento efectivo, puede ayudar a diseñar dentro de varios años, y tras estudios con más pacientes, pruebas que permitan una diagnosis más temprana. Actualmente, no existe una prueba definitiva para detectar el alzhéimer y la confirmación de que alguien estuvo afectado se consigue tras analizar su tejido cerebral en la autopsia.