Baviera vuelve a ser escenario de un escándalo de carne podrida, esta vez destapado por la Fiscalía de Memmingen (sur del país), que ha informado de una empresa intermediaria que cambió las etiquetas a 20 toneladas de carne descompuesta para su venta como kebab.

Según informó hoy el ministerio bávaro de Protección al Consumidor, se ha iniciado una campaña para la retirada de la carne del mercado, aunque probablemente haya sido consumida en su mayor parte ya que fue distribuida a finales de julio en Berlín.

La policía ha clausurado la empresa familiar responsable, que carece de matadero propio y donde fueron halladas más de once toneladas de carne de vacuno y de pavo en mal estado.

Los agentes se incautaron asimismo de numeroso material que demuestran que el cambio de etiquetas era una práctica habitual de este intermediario cárnico, al que le han retirado su licencia empresarial.

Los Verdes del parlamento regional de Baviera acusaron al ministro de Medio Ambiente de poca efectividad en los controles, un año después de que en Passau (sur) se localizaron 140 toneladas de carne en mal estado.