Corría el año de 1973 cuando el ingeniero Raúl Montesinos decidió crear una bandera para celebrar las bodas de plata de su emisora, Radio Tahuantinsuyo. Montesinos llenó las calles de Cuzco con una insignia formada por siete bandas horizontales que imitaban el arcoíris. El diseño se popularizó tanto que cinco años después, en 1978, el municipio adoptó la bandera como propia. Las coincidencias existen: ese mismo año, en San Francisco (EEUU), el artista Gilbert Baker creó la bandera del movimiento gay para el Festival del Orgullo Gay del 25 de junio; era casi igual, solo que tenía seis franjas en vez de siete. Ahora, 30 años más tarde, Cuzco quiere cambiar de bandera. Para evitar confusiones.

La semana pasada tuvo lugar en la ciudad peruana un congreso organizado para debatir la cuestión. Acudieron intelectuales de todas partes del país que rápidamente llegaron a la conclusión de que es necesario cambiar la bandera. "Este foro se ha realizado tras la petición de la sociedad, traducida en sus instituciones, personalidades, artículos, comentarios y edición de libros sobre el tema", manifestó la regidora de Turismo, Leonarda Ayarsa, cabeza visible de la iniciativa. Para que la cosa no sonara a homofobia, la concejal explicó que no se trata solo de que exista una confusión, "a nivel internacional, con la bandera de los gais", sino que la misma insignia se utiliza "en otras comunidades, incluso en otros pueblos, como es el caso de los aimaras en Bolivia".

Del cónclave de intelectuales salió la conclusión de que hay que cambiar la bandera, pero las autoridades han dicho que no tomarán ninguna decisión sin consultar a los cuzqueños. El ayuntamiento se ha comprometido a crear una página web para que la gente se pronuncie al respecto: sí o no; un ciberreferendo de carácter vinculante en el que la regidora de turismo espera un amplio respaldo, y tras el cual volverá a convocar una reunión de expertos para explorar el nuevo diseño.