Madrid. El desalojo del campamento de chabolas de la Cañada Real Galiana, en Madrid, dejó ayer un saldo de 23 heridos, 19 de ellos miembros de la Policía Nacional. La batalla campal se inició por la mañana cuando los agentes pidieron a los ocupantes de las viviendas ilegales, la mayoría inmigrantes, que las desocuparan para que fueran desmanteladas. Tres vecinos de nacionalidad marroquí fueron detenidos por el intento de robo de la pistola que portaba un guardia municipal de la capital que participó en la reyerta. El Ayuntamiento de Madrid aseguró ayer que el derribo de estas chabolas es un acción "totalmente legal". En un comunicado, la Confederación Española de Policía acusó a la comunidad marroquí que habitaba la barriada de haber querido convertir el desalojo "en un asunto de índole religiosa" para tratar de que no se llevara a cabo.