EL DERRUMBE se ha aplazado "de forma indefinida" por un juez, explicó Cáritas, que asesora a las familias que residen en el poblado ilegal, a unos 15 kilómetros de Madrid. El jueves, los enfrentamientos entre los vecinos y la policía dejaron una veintena de heridos y nueve detenidos. Unos 200 chabolistas protestaron ayer por el trato policial.