BENEDICTO XVI visitó ayer Nápoles, en Italia, donde exhortó a los católicos a luchar contra la violencia. El problema, aseguró, no son los delitos que comete la Camorra sino "la mentalidad violenta que se está propagando en toda la sociedad, sobre todo en los jóvenes". "Hay que involucrar a todos y cada uno en la lucha contra todas las formas de violencia" y "transformar las mentalidades y las actitudes", añadió el Papa, que pronunció su discurso en la céntrica plaza del Plebiscito.