Sigue libre. Ajeno a la petición de prisión de la fiscalía, el juez dejó ayer en libertad con cargos y sin fianza a Sergi Xavier Martín, de 21 años, autor de la agresión racista a una joven ecuatoriana filmada por una cámara en el vagón de un tren de Ferrocarriles de la Generalitat. Le imputa un delito contra la integridad moral con agravante de xenofobia.
Pese a estar en el punto de mira de toda la sociedad, el magistrado argumentó que, en este caso, no se dan las dos condiciones que exige la ley para privar de libertad a una persona antes del juicio: no hay riesgo de fuga ni posibilidad de que el agresor vuelva a atacar a esta víctima.
De forma alternativa, el juez impuso al acusado unas estrictas medidas de control que pasan por presentarse en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes. Además, el joven debe comparecer ante la policía local de Santa Coloma de Cervelló dos veces al día. No podrá acercarse a la víctima en una distancia menor de 1.000 metros ni comunicarse con ella por ningún medio. Tampoco puede ir a otras localidades que no sean Sant Boi, Santa Coloma de Cervelló y la colonia Güell sin permiso del juez. Ni usar la línea de los Ferrocarriles donde sucedieron los hechos. El juez advierte en el auto claramente que, si Martín incumple estas medidas, podría decretar la prisión.
La resolución del magistrado deja muy claro que la prisión es una medida "excepcional" que requiere unos requisitos muy específicos.
Aunque el juez sí aceptó que la conducta es xenófoba, no consideró que el joven actuara con abuso de superioridad. El magistrado afirmó que podría aplicarse una atenuante de intoxicación plena al apreciar que el acusado estaba bebido cuando agredió a la joven.
Con respecto al planteamiento de un posible delito de abuso sexual, el magistrado expresa que el pellizco en el pecho de la menor, "por su fugacidad y manera de ejecución", formaría parte del delito de atentado moral o de la falta de lesiones.
El juez, que tomó su decisión tras escuchar tanto al imputado como a la víctima y a un testigo, entiende además que "no hay lesión física objetivable". Tampoco psíquica, "aunque la víctima se encuentra en un estado de abatimiento".
SALIDAS NOCTURNAS Es más, el juez añade: "Manteniendo incluso las salidas nocturnas con sus amigas, lo que indudablemente le valdrá para recuperar su normalidad y felicidad habituales". Fue la propia joven la que explicó ayer al magistrado que se tomó un gelocatil como única medicación aunque tiene problemas para conciliar el sueño.
Para justificar que no hay riesgo de fuga, dice que Sergi está en paro.
El juez considera que "difícilmente puede presumirse una nueva agresión del imputado a la víctima". Recuerda que el juez de guardia otorgó a la menor la condición de testigo protegido. Obvió que la chica llegó a cara descubierta.
