A los españoles les gusta ver la tele, escuchar la radio e ir al cine, pero les cuesta mucho más que a otros europeos coger un libro, visitar un museo, ir al teatro o a la ópera. Así lo refleja la primera encuesta sobre actividades culturales realizada por la oficina europea de estadística (Eurostat), que analiza los hábitos de los ciudadanos de los 27 estados de la UE.

Según este sondeo, durante el último año, el 79% de los españoles consumieron algún tipo de programa cultural a través de la televisión o la radio, frente al 78% de la media comunitaria, mientras que el 56% vieron películas o documentales en el cine (51% en la UE). Se visionaron 2,8 filmes por persona, lo que convierte a los españoles en los terceros más cinéfilos de la UE, solo por detrás de irlandeses y franceses.

Frente a la consolidación de la que parecen disfrutar este tipo de actividades culturales, solo el 59% de los encuestados en España leyeron un libro el último año (71% en la UE), lo que les sitúa a la cola de Europa en lectura junto con búlgaros, chipriotas, malteses, portugueses y rumanos.

El mismo poco interés parece haber por conocer monumentos históricos o museos, que visitaron el 50% y 38% de los españoles, respectivamente, y ni tan siquiera la música parece suscitar el gusto de los ciudadanos. El sondeo muestra que apenas el 34% de los españoles fueron a un concierto el último año, un dato que solo supera al que registraron búlgaros, griegos, italianos, chipriotas, húngaros, malteses, polacos, portugueses y rumanos.

BIBLIOTECAS Asimismo, el dato español también es negativo en cuanto al acceso a bibliotecas públicas (solo el 29% de los encuestados acudieron a una); desplazamientos al teatro (donde acudieron el 25% de los españoles), así como al ballet o la ópera, que visitaron el 12% de los entrevistados, en un nivel similar al de Bulgaria, Chipre, Portugal y Rumanía.

Guste más o menos, lo cierto es que el mercado cultural es muy potente desde el punto de vista laboral. Según las estadísticas, emplea a casi cinco millones de trabajadores en la UE. Los países con proporciones más importantes de empleados en este sector son Holanda, Suecia y Finlandia. España, por su parte, es el país donde la tasa de temporalidad es más elevada.