El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, supeditó hoy en el Congreso la llegada del AVE a Barcelona a la seguridad de los ciudadanos y los trabajadores y a la apertura previa del servicio de Cercanías. Zapatero reiteró sus excusas por los problemas en las obras del AVE y evitó ofrecer promesas "irrelevantes" sobre fechas de inauguración del servicio.

El presidente del Gobierno ha informado hoy en el pleno del Congreso de la situación de las obras del AVE a su llegada a Barcelona, que ha afectado al desarrollo normal del servicio de Cercanías en la Ciudad Condal. Para Zapatero, las excusas presentadas hoy no van a quedar en meras palabras, sino que se concretan en un plan de acción del Gobierno que consta de tres puntos: primero, "garantiza la seguridad de las líneas en servicio y de las obras en ejecución", segundo, "abrir las líneas de Cercanías hoy cerradas al tráfico de viajeros", y tercero, "la conclusión de las obras del AVE".

El presidente del Gobierno destacó, varias veces, a lo largo de su intervención, el comportamiento de los ciudadanos de Cataluña y Barcelona, por su "ejemplar civismo y contención", porque, tras reconocer que al ciudadano corresponde exigir responsabilidades a los políticos, dijo: "a quienes gobernamos nos corresponde dar respuestas".

Tras referirse a la situación sufrida por el movimiento de una pantalla del túnel que corre por debajo de la línea de Cercanías entre Barcelona y Vilanova, el 20 de octubre pasado, y al riesgo que suponía continuar las obras, el presidente confirmó que "por esa razón" se paralizaron las obras del trazado del AVE en ese tramo. La causa de esta incidencia supuso que quedasen sin servicio desde ese día las líneas C-2 Sur y C-10 de Cercanías, así como la entrada a Barcelona de la línea de los Ferrocarriles de la Generalitat Llobregat-Anoia, y limitada la disponibilidad de la C-7. Los problemas estaban, según Zapatero, en los trabajos que se estaban desarrollando en las obras del trazado del AVE en esa zona, y en concreto en el producto utilizado para sellar el soporte del túnel frente a filtraciones externas, que "no se ha comportado como estaba previsto".

El presidente destacó que se ha exigido el cambio de equipo de la dirección de la obra a la empresa que la está llevando a cabo, y que esta nueva dirección sea acordada con ADIF. Tras esta exposición, el presidente hizo hincapié en destacar que para el Gobierno "no hay hoy otra prioridad que resolver la situación creada por ese error" y añadió que "hoy hay que gobernar y hacerlo para corregir errores y concluir la obra". Estas acciones le corresponden al Ejecutivo, porque, además, "para el ciudadano no hay ni debe haber distinción entre el Gobierno y las empresas contratadas, porque la Administración realiza la obra y debe garantizar su fin".

Zapatero también se refirió al trazado del AVE a su entrada en la Ciudad Condal, que lo hace por un estrecho corredor compartido con varias líneas de Cercanías y otra de los Ferrocarriles de la Generalitat, entre autopistas y junto a algunos de los barrios y ciudades más pobladas de España, atravesando tres veces el río Llobregat. El presidente añadió que lo hace "soterrado", siendo el primer tren de alta velocidad que entra de esta forma en una gran capital, para "evitar las fracturas urbanas del ferrocarril".

Por último, Zapatero destacó las actuaciones que el Gobierno está realizando en Barcelona para paliar los problemas que los ciudadanos están sufriendo, e indicó que más de 300 autobuses ofrecen diariamente transporte en los puntos críticos. Esos autobuses han transbordado el equivalente de una media de 216 trenes al día y han permitido transbordar 420.000 viajeros la pasada semana, con una media diaria de 86.000 viajeros.