Maite, una niña de 6 años, se ha convertido en el testigo clave en el juicio que se celebra en Barcelona por la brutal paliza que recibió la pequeña Alba en marzo del 2006. En la sesión de ayer se exhibió, a puerta cerrada, un vídeo que recoge su declaración judicial. En ella, Maite incrimina a su padre, el acusado Francisco Javier Pérez, en la agresión que dejó en coma a Alba y confirma los malos tratos a los que la niña era sometida habitualmente. El tribunal también pudo ver otra filmación registrada por los familiares del imputado en la que la menor explica una versión diferente y sostiene que la niña se lastimó al caerse de la cama mientras jugaban en su habitación.

En el transcurso del visionado de los vídeos y del reportaje fotográfico que los Mossos realizaron en la vivienda de los imputados, Ana María Cano, la madre de Alba, sufrió una crisis de ansiedad.

Maite declaró meses después de la detención de su padre y de su compañera sentimental. La niña avaló la versión de Ana María al afirmar que el 4 de marzo del 2006 su progenitor se quedó solo con Alba en la vivienda de Montcada i Reixach (Barcelona). La fiscalía estima que, en ese momento, Francisco Javier agredió de forma brutal a Alba.