Una infección por el virus del sida nunca debería percibirse como un contagio llevadero y crónico ante el que existe tratamiento, por más que en Europa y EEUU parezca que así es para muchos afectados. Este mensaje, difundido con escaso éxito por los médicos desde hace años, ha adquirido todo su sentido al conocerse que, en determinados casos, el VIH evoluciona de forma fulminante, insensible a los fármacos y mortal apenas cuatro semanas después del contagio. Científicos del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, situado en el Hospital de Can Ruti, de Badalona, han comprobado que esto es así cuando coinciden un subtipo del VIH altamente dotado para destruir al sistema inmunológico humano, con individuos cuyo perfil genético es muy débil ante el virus.

Aunque se sabía que casi un 1% de los infectados por el VIH sufren una evolución fulminante hacia las enfermedades letales del sida, nunca se había logrado describir las circunstancias en que esto ocurre, por lo que tampoco era posible establecer un sistema diagnóstico. El equipo de IrsiCaixa, que dirige el doctor Buenaventura Clotet, ha identificado en los últimos meses a siete infectados por el VIH que han desarrollado el sida en pocas semanas. Hoy lo publica la revista científica Clinical Infectious, de EEUU.

EN UN MES Uno de esos enfermos, de 26 años, ingresó en el Hospital Arquitecto Marcide de Ferrol (La Coruña) a causa de una neumonía y murió al mes de sufrir el contagio. El joven se había hecho el test del sida tres meses antes, y dio negativo, por lo que se ha podido precisar el momento del contagio. La segunda afectada, explicó el doctor Javier Martínez-Picado, coordinador del estudio, es una adolescente de 15 años que llegó al servicio de urgencias de Can Ruti porque sufría febrícula recurrente y hongos en la boca. Los médicos que la atendieron incluyeron entre las sospechas a descartar una eventual infección del VIH y, en pocas horas, supieron que así era. La niña desarrolló una meningitis criptocócica y su tubo digestivo se llenó de cándidas. Diez días después, el VIH le había destruido el sistema inmunológico y cada mililitro de su plasma contenía dos millones de copias del virus. Salió viva de la UCI muchas semanas después.

INFECTADA POR EL NOVIO Tras descartar una transmisión materna del VIH, los investigadores pusieron el foco en el novio de la enferma, un joven de 24 años que resultó estar infectado por un VIH del mismo subtipo que la chica, el de peor pronóstico. Ambos, además, tienen un sistema de defensa histocompatible (HLA) tres veces más vulnerable ante el VIH que el 90% de los humanos. Él, no obstante, ha podido controlar la infección con fármacos.

Otros 5 enfermos, en similares circunstancias, están siendo atendidos en el Hospital Clínico de Barcelona, en el de Tarrassa y en un centro europeo. "El sida no siempre es una enfermedad crónica --reiteró Clotet--. La sociedad debe saber que incluso aquí, en España, se puede morir por el VIH en pocas semanas".