Un joven de 22 años, David Fernando B. G., falleció ayer en una comisaría de la Policía Nacional en Gijón debido a causas que se presumen naturales, según explicaron fuentes policiales. El joven, que ya había sido detenido en varias ocasiones por delitos contra el patrimonio, fue arrestado como presunto autor de un robo con fuerza, al haber sido sorprendido en el interior de un establecimiento al que había accedido tras romper los cristales del local.

Antes de su traslado a la comisaría había sido llevado a un centro sanitario --una práctica habitual antes del ingreso de un detenido en los calabozos-- para comprobar su estado de salud. Durante su estancia en las dependencias policiales no solicitó ninguna asistencia médica ni manifestó encontrarse en mal estado. Sin embargo, a las 14.20 horas no respondió a los funcionarios que le realizaban una nueva visita. Los agentes, al observar una situación anómala, dieron aviso a los servicios médicos de la comisaría y al SAMU, al tiempo que ponían en práctica las maniobras de reanimación. Los responsables médicos que acudieron a la llamada no pudieron hacer nada.

El cuerpo del joven fue trasladado al tanatorio para proceder a la autopsia, que determinará las circunstancias de su muerte.