El pago por los derechos de autor de la música en pubs, restaurantes, hoteles y tiendas del Reino Unido ha sido, según los jueces, excesivo en los últimos años. Una sentencia del Tribunal Superior de Londres obliga a Phonographic Performance Limited (PPL) (el equivalente británico a la Sociedad General de Autores y Editores, SGAE) a devolver 20 millones de libras esterlinas (23 millones de euros), que ha cobrado en demasía a los propietarios de locales públicos.

El dictamen, que ratifica un fallo del pasado mes de noviembre, considera que las tarifas introducidas en el 2005 eran "injustas" porque la subida cuadruplicaba el canon fijado hasta entonces. La victoria judicial implica que los comerciantes que utilizan música en sus establecimientos podrán ahorrar en su conjunto cinco millones de libras (5,7 millones de euros) al año. A esa cantidad ha de sumarse el reembolso de los 20 millones pagados en exceso, que les será reintegrado a lo largo del próximo quinquenio.

Brigid Simmonds, directora ejecutiva de la Asociación de Pubs y Cervezas Británicas (BBPA), una de las organizaciones litigadoras contra el canon, consideró el veredicto como un respiro para el sector. "No podía llegar en mejor momento porque estamos luchando para salir de la recesión", dijo.

Phonographic Performance Limited representa a 4.400 compañías y a 47.000 artistas del mundo de la música y el vídeo. Sus portavoces tildaron la decisión judicial de "suprema decepción" e insistieron en que las actuales tarifas "devalúan sustancialmente los derechos de los artistas y las discográficas".

PRECIOS INALCANZABLES La normativa británica obliga a pagar derechos de autor a los locales que ofrecen música de fondo por entender que la está utilizando ante una audiencia. Stephen Robertson, director general del consorcio de Comercios Minoristas había denunciado sin embargo lo elevado de las tarifas. "El poder escuchar música o una emisora de radio es importante para los clientes y el personal en muchas tiendas. Los artistas y las compañías de discos tienen derecho a ser pagados, pero los incrementos exigidos eran injustificables y estaban fuera del alcance de muchos pequeños comercios", señaló.

Mientras, en España, cada vez son más las voces críticas con la SGAE, precisamente por el canon que cobra por los derechos de autor. Primero se alzaron los internautas, después se rebelaron los peluqueros, más tarde alzaron su voz clubes deportivos y ahora, ya son más de 650 alcaldes los que se enfrentan a la entidad por considerar abusivas las tarifas que cobra por emitir música en espacios públicos.