El Ministerio de Industria ha traspuesto una directiva europea que permite el uso de los teléfonos móviles a bordo de un avión, excepto durante el despegue y el aterrizaje. La norma abre la puerta a que los usuarios puedan realizar las llamadas o enviar los sms que deseen con las tarifas roaming (en itinerancia) y por tanto no se vean obligados a tener apagado el móvil durante traslados que en ocasiones superan las 20 horas. Sin embargo, las aerolíneas aún tienen que estudiar si comercialmente les interesa asumir la fuerte inversión que requiere la antena que permite la comunicación sin interferir en los aparatos de vuelo. De hecho, pocas compañías en el mundo ofrecen ya este servicio en un pequeño porcentaje de sus vuelos.

La orden ministerial que ayer entró en vigor regula el servicio denominado MCA (comunicación móvil en los aviones, según sus siglas inglesas), disponible a bordo de aeronaves en vuelo a alturas superiores a 3.000 metros sobre el suelo. La norma permite que los clientes usen sus terminales móviles "con las mismas prestaciones que ofrecen las redes terrestres de telefonía de segunda generación (GSM)", según la nota informativa de Industria. Sin embargo, nada indica que el servicio se vaya a prestar inmediatamente. Primero es necesario que los operadores de MCA como OnAir o Air Mobile lleguen a acuerdos con las aerolíneas y después con las operadores de telefonía. De esta forma, una vez que se cierre el círculo, los pasajeros podrán usar sus propios terminales en vuelo abonando la tarifa en itinerancia.

Las principales compañías aéreas españolas están valorando si es rentable el gasto que supone dotar a los aviones de la tecnología necesaria. Además puede que en plena fiebre por los billetes de saldo (denominados low cost) muchos pasajeros no estén dispuestos a asumir un aumento en el precio del pasaje a cambio del uso de sus móviles, según la misma fuente.