Lo primero, dormir, comer y trabajar. Luego, la familia y el hogar. Y, a continuación, sentarse a mirar la televisión o leer el diario. En los últimos tiempos, los ratos pasados ante el ordenador están empezando a cobrar importancia frente a la que hasta hace bien poco era la principal actividad de ocio de hombres y mujeres: la tele.

Lo dice la Encuesta de Empleo del Tiempo hecha pública ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que constata otro hecho novedoso respecto al anterior estudio, del 2003: en estos siete años, los hombres han incrementado en 45 minutos el tiempo dedicado a las labores domésticas. Eso sí, la mujer sigue siendo la que carga con el peso de las tareas del hogar, a las que destina una media diaria de cuatro horas y cuatro minutos. El hombre lo hace durante una hora y 50 minutos.