El culto a la construcción y el afán recaudatorio de muchos ayuntamientos del litoral español ha hecho que la costa haya sucumbido a la cultura del ladrillo. Así lo afirma el informe "Destrucción a Toda Costa 2010" elaborado por Greenpeace en el que señala que España degrada 7,7 hectáreas de costa cada día que pasa para crear urbanizaciones, suelo industrial y comercial.

La oenegé ecologista ha denunciado también que en los últimos 20 años se ha destruido en la costa española la superficie equivalente a ochos campos de fútbol al día y añade que "no hay ningún indicio de abandono" de la construcción masiva en el litoral, ni tampoco del "fin del acoso" a los últimos espacios vírgenes. Así, y según la misma fuente, desde 1987 a 2005 se han destruido un total de 50.504 hectáreas de suelo natural en los dos primeros kilómetros de costa. Entre 1990 y 2000 la población española aumentó un 5%, mientras la urbanización lo hacía un 25,4%.

Este fenómeno "imparable" en la última década se ha extendido hacia los últimos rincones bien conservados del litoral: Murcia, Almería, Huelva, Rías Bajas, Cantabria y Asturias.

VALENCIA, A LA CABEZA Según Greenpeace, de todas las comunidades destaca la valenciana por ser la que más ha destruido su litoral en esta década.

Algunos de los datos que ofrece la oenegé señalan que en 2005 ya estaba urbanizado el 34% del primer kilómetro del litoral mediterráneo. Tan sólo un año después, en 2006, se duplicó el número de viviendas previstas en la costa: 1.479.000 nuevas casas. En 2007, el año del apogeo de la burbuja inmobiliaria, Greenpeace denunciaba que los ayuntamientos del litoral proyectaban la construcción de cerca de tres millones de nuevas viviendas.

La oenegé denuncia que "históricamente tras la degradación del litoral se ha escondido también el Ministerio de Fomento", que no ha cumplido sus promesas de racionalización de los proyectos de puertos del Estado. Así, refiere que en 2003 se estaban llevando a cabo una veintena de ampliaciones de puertos.

Sobre la contaminación de las aguas, la ONG refiere que a lo largo de estos años, el crecimiento mal planificado ha tenido también su efecto en la contaminación de las aguas.

En un análisis por autonomías, el informe destaca a Andalucía, con el 59% de su costa ya urbanizada; Asturias, por ocupar el tercer puesto en el ránking de cambio de uso del suelo en los últimos 20 años; Cantabria, en 2008 ya se habían rellenado con hormigón y desecado el 50% de los estuarios y zonas intermareales.

Cataluña, tan solo el 11% de su litoral no protegido está libre de edificaciones; y Valencia, que es la comunidad costera que más ha destruido su litoral, y en 2008 existía un puerto deportivo cada 11 km. de costa.