Los Mossos d´Esquadra han desarticulado a una banda integrada por 16 personas que presuntamente se dedicaba a robar vehículos de lujo de concesionarios y de distintos talleres, que estaban valorados en 600.000 euros en total. Posteriormente, se ocupaban de su venta.

Según informó la policía, en la operación, conocida como Iberus y que se inició a principios de este año, se ha detenido a un total de 16 presuntos miembros de la organización, de los que siete han ingresado en prisión preventiva. Sin embargo, las mismas fuentes apuntaron que no se descartan nuevos arrestos en los próximos días.

A la banda desarticulada, integrada por españoles y marroquíes, se les atribuyen 60 delitos contra el patrimonio --lo que incluye robos en viviendas o empresas, hurtos o estafas--, aunque estaba especializada en la sustracción de vehículos de alta gama, que obtenían de concesionarios y talleres aprovechando el descuido de los trabajadores.

VEHÍCULOS RECUPERADOS De esa forma, la organización pudo robar una treintena de vehículos de lujo, 27 de los cuales han podido ser recuperados, principalmente en la provincia de Barcelona, así como en Lérida y Huesca. Entre los vehículos recuperados figura que se localizó en el puerto de Almería cuando se encontraba a punto de ser embarcado a Marruecos para su posterior venta.

Con el transporte y venta de un vehículo sustraído a Marruecos, la cúpula de la banda obtenía grandes beneficios, dado que el coste total de la operación, incluido el pago a ladrones y transportistas, apenas superaba los 3.000 euros.

DOS CÉLULAS La banda, que se encontraba fuertemente jerarquizada, estaba conformada por dos células bien diferenciadas: una, integrada por ciudadanos españoles que se encargaba del robo de vehículos, mientras que la segunda, formada por marroquíes, se dedicaba a transportarlos a su país, donde procedían a la venta de los coches a bajo precio. Además, también se dedicaban al tráfico de hachís.

En el marco de la operación se han realizado hasta nueve entradas y registros en las poblaciones barcelonesas de Barcelona, Barberá del Vallés, Ripollet, El Prat de Llobregat, Sabadell y Cerdañola. En estos municipios también se han confiscado teléfonos móviles, equipos informáticos y numerosas llaves de coches, además de droga.