Un vecino de la localidad cántabra de Liérganes, Joaquín Roca, ha renovado el permiso de conducir hace apenas tres meses, con casi 100 años de edad, ya que utiliza el coche a diario para moverse por el pueblo. En declaraciones a Europa Press, Roca ha asegurado que para él conducir "es fácil" pues es una actividad que le "ha gustado siempre" y ha recordado que al volante es necesario "mucha tranquilidad y tener la cabeza bien puesta".

Además, Roca solo ha tenido dos incidentes desde que se sacó el permiso de conducir hace casi 60 años: una multa por mal estacionamiento y otra por saltarse una señal de stop. A los vecinos de la zona les parece "fabuloso" que Roca conduzca por el pueblo porque "el coche le hace un gran servicio", y así no agota energías en caminar hasta el centro de los jubilados. Centro al que acude a diario y que se encuentra alejado de su vivienda.

De este modo, ha añadido un vecino, "las fuerzas que tiene las reserva para los años que le queden de vida" La fórmula de la longevidad Para Roca el coche es una necesidad ya que le es indispensable para moverse por el pueblo: "Voy a comer, después vuelvo a casa, y luego voy al centro cívico del que soy el presidente. Si voy a pie allí, llego muerto. Sin el coche no me valdría, ni iría a comer casi, ni iría al bar de los jubilados".

A partir de los 95 años, por ley, se retira el carnet de conducir, excepto en casos especiales como el de Roca. Sin embargo, él no está seguro de que el año que viene vuelvan a renovárselo porque "ya tendrá 100 años" aunque Roca ha insistido en que "conquistará" si hace falta a la encargada de realizar las pruebas psicotécnicas para conseguirlo.

Por último, la "clave" de su éxito al volante es la salud "privilegiada" de la que disfruta. Sus conocidos han confirmado que "lleva una vida muy ordenada, se cuida mucho y no hace ningún exceso" pero para él, su gran secreto es comer "mucha fruta, mucha verdura y no hacer mala sangre, vivir tranquilo y hacer bien a la gente, esto es lo que ayuda a vivir".