Los familiares de las 154 víctimas mortales del accidente del vuelo JK5022 de Spanair, ocurrido el 20 de agosto del 2008, les rendirán este sábado un homenaje en el aeropuerto de Barajas, tres años después de la tragedia. En el lugar donde se produjo la catástrofe, depositarán un corazón con 154 rosas blancas en memoria de los pasajeros que perdieron la vida en la catástrofe y 31 ramos de cinco rosas blancas cada uno, en representación de los cinco asientos de cada fila del avión accidentado.

En el acto, que incluirá una lectura de poemas y música de violonchelo, intervendrán el sacerdote del aeropuerto y la presidenta de la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022, Pilar Vera. La ceremonia concluirá con cinco minutos de silencio a partir de las 14.24, la hora a la que se estrelló el avión.

Cuando se cumplen tres años de la investigación judicial del accidente, la instrucción del caso Spanair, que dirige el magistrado del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid, en funciones de guardia el día del suceso, avanza "oportunamente" y las diligencias se practican "de modo conveniente, a pesar del volumen y la complejidad de la causa". Así lo han señalado este sábado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que han informado de que el procedimiento consta, a día de hoy, en su causa principal, de 67 tomos, con 16.356 folios y 40 soportes informáticos con diversa documentación textual y multimedia.

Además, se han abierto 53 piezas separadas de notable complejidad técnica, con varios miles de folios más. Dos técnicos y tres directivos de Spanair están imputados como presuntos responsables de 154 delitos de homicidios imprudentes y 18 delitos de lesiones imprudentes. El magistrado tiene previsto tomar declaración a estas cinco personas en calidad de imputados a mediados del próximo mes de septiembre.

Los dos órganos periciales competentes, el colegiado (designado por el propio juzgado) y la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) ya han emitido sus respectivos informes, que constan en el sumario. Según las conclusiones de la CIAIAC, la tripulación del avión de Spanair no configuró correctamente el aparato, no desplegó los flaps/slats (alerones empleados para aterrizar y despegar) y no detectó estos errores, entre otros motivos porque no funcionó el sistema de alerta (TOWS).