Dos jóvenes de 18 años han muerto en Getafe (Madrid) y otro está en estado grave, al parecer por sobredosis de droga tras una fiesta rave --caracterizada por música electrónica con baile rápido-- celebrada en la zona durante el sábado y la madrugada del domingo. Los cuerpos aparecieron en las cercanías de un río, separados por varios cientos de metros y varias horas de diferencia, sin que en ellos haya señales de violencia. A falta de que los análisis forenses lo confirmen, la hipótesis de la muerte es una sobredosis de droga, ya que durante la fiesta los jóvenes consumieron cocaína, speed y estramonio, entre otras sustancias, como han declarado los amigos de las víctimas.

Una llamada al Summa pasadas las 18,00 horas alertaba de que una pareja que paseaba por una zona campestre de Perales del Río, perteneciente al municipio de Getafe, había hallado un cuerpo de un joven en estado inconsciente. Al llegar, los sanitarios comprobaron que el joven estaba muerto.

Más tarde, cerca de las 23.00 horas y siguiendo el curso del río, fueron encontrados por la Guardia Civil y la Policía Local de Getafe el cadáver de un joven y a otro en estado grave, que ha sido ingresado en un hospital.

Las declaraciones de algunos amigos interrogados por los agentes han permitido saber que los jóvenes habían participado en una fiesta rave en una zona conocida como la Aldehuela.

Allí consumieron diversas sustancias, como el estramonio, una planta que contienen componentes tóxicos y que en ocasiones se usa en ceremonias de chamanes. Un tercer joven de 20 años, A.L.G., y que también participó en la misma fiesta, se encuentra hospitalizado en la UCI del Hospital Universitario de Getafe en estado grave.

FIESTA ILEGALES El Ayuntamiento de Getafe (Madrid) anunció ayer que tomará medidas para evitar que se vuelvan a celebrar fiestas "ilegales" como la que tuvo lugar el pasado sábado en un caserón abandonado del barrio de Perales del Río, tras la que fallecieron dos jóvenes de 18 años.

Las fuentes del consistorio han anunciado que se tomarán "medidas" para que no vuelvan a repetirse estas celebraciones tipo rave, en las que los jóvenes suelen mezclar drogas y alcohol con música house, techno y trance.

El lugar donde los jóvenes organizaban ocasionalmente este tipo de fiestas, sin ningún tipo de permiso, se conoce como "el monasterio de la Aldehuela", y es un edificio abandonado que es propiedad de un particular.