OPERACIÓN CONTRA EL BLANQUEO DE DINERO

La mafia china tenía capacidad para corromper instituciones

La investigación desvela que la trama mantenía relaciones al "más alto nivel". La banda cortaba los pies o las manos a los que no devolvían el préstamo recibido

La mafia china tenía capacidad para corromper instituciones

La mafia china tenía capacidad para corromper instituciones

MARGARITA BATALLAS

La organización que lideraba el chino Gao Ping estaba preparada para corromper instituciones españolas debido a las relaciones sociales que mantenían "al más alto nivel", según fuentes de la investigación. La operación judicial ha abortado estos intentos y se centra en desmantelar la red de blanqueo de dinero y en la que colaboraron ciudadanos españoles que les facilitaban facturas falsas o el dinero que tenían escondido en paraísos fiscales.

Fuentes de la investigación han explicado que Ping, que ayer se negó a declarar y fue enviado a prisión, se hizo con el mando de esta organización tras haberse ganado el respeto de su comunidad. A esta red se unieron otras estructuras chinas lideradas por otros jefes, que también han sido detenidos, y que ayudaban en las operaciones de blanqueo de dinero y en la extorsión a sus compatriotas, a los que cortaban los pies o las manos si no devolvían los préstamos. En concreto, Ping colaboró con grupos capitaneados por Cong Lui, los hermanos Zanjung (uno de ello en prisión y otro en paradero desconocido) y Wang Feng y su mujer.

Esta organización no funcionaba con un órgano centralizado y montó cuatro estructuras: la económica, la violenta, la financiera y la institucional. La primera se ocupó del negocio legal de Ping, es decir, de las tiendas que distribuían los productos que importaban de China; la segunda se dedicaba a las coacciones y a la extorsión, la tercera a blanquear el dinero y la cuarta buscaba el auxilio de funcionarios públicos para conseguir una apariencia de legalidad para ocultar el dinero negro que obtenían y para dar cobertura a los inmigrantes ilegales que trabajaban para ellos.

Fuentes de la investigación explicaron que las agencias que se dedican a mandar transferencias al extranjero empezaron a sospechar de los chinos que las usaban masivamente y les cerraron la puerta. Por ello, los llamados pitufos se trasladaron a Portugal para mandar el dinero a China. Ahora, estas agencias están bajo sospecha y se enfrentan a multas multimillonarias.

Tras estas detenciones 87 de las 109 cursadas, comienza un trabajo ingente: el análisis de la documentación intervenida en la que se confía hallar los libros de contabilidad y de facturas falsas. Además, los investigadores tienen un material muy útil: las intervenciones de los 60 teléfonos y faxes controlados. Fuentes de la investigación explican que los líderes han mantenido operativo el mismo número de móvil y que no hacían servir un lenguaje secreto alguno.

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