LA REGULACIÓN DE LAS RELACIONES HUMANAS

Las edades del sexo

Los expertos defienden subir de 13 a 16 años el límite legal para tener sexo con un adulto. Reclaman que el cambio lleve aparejado más inversiones en prevención y formación

TONI SUST

El debate no nace ahora, hace tiempo ya que algunas voces piden elevar la edad mínima legal para que un adulto pueda tener relaciones sexuales consentidas con un adolescente en España: 13 años. Por desgracia, la discusión rebrota ahora a raíz del asesinato de una niña de esa edad a manos de un hombre de 40. El Gobierno niega con rotundidad que el crimen de Albacete sea el motivo por el que ha puesto en estudio la posibilidad de elevar este límite legal de 13 a 16 años y situarlo así en la media europea. Diversos especialistas consultados por este diario coinciden de forma casi unánime en apoyar la iniciativa, pero precisan que esta debería ir acompañada de una mayor inversión en prevención y en formación. Y también de una actitud más receptiva hacia los adolescentes.

Adela Camí, directora de la cooperativa Eduvic y terapeuta familiar, advierte de que no se trata de escandalizarse por la diferencia de edad entre las personas. "No es una cuestión de moralina. Hay que eliminar el complejo de que eso no es progresista", afirma sobre el rechazo a las relaciones entre menores y adultos. De entrada, y partiendo de situaciones reales que ha vivido, asegura que no hay que quedarse únicamente con la imagen de una niña con un hombre: "También hay mujeres que se enamoran de niños y niños que se enamoran de mujeres".

CONSECUENCIAS Para Camí, hay un par de cuestiones relevantes: por qué comienza una de estas relaciones y qué consecuencias puede acarrearle al menor. "Tenemos que preguntarnos qué busca un adolescente en una persona mayor. Seguramente, el reconocimiento adulto que no encuentra donde debería, en su casa", relata. Y concreta los problemas potenciales: "La experiencia de un menor con un adulto puede ser muy gratificante porque le aporta cosas que otro menor no podría darle en cuanto a experiencia, recursos económicos... Por lo tanto, eso puede comprometer el desarrollo sexual, porque tras una relación con un adulto, otra con un igual, de 13 o 14 años, puede saber a poco". Ella lo ha vivido como profesional y observa dos posibles reacciones del menor: "Es posible que acaben buscando siempre relaciones con adultos o que no lo hagan y vivan insatisfechos". Camí justifica elevar la edad legal viajando de lo particular a lo global: "Si tengo un hijo o una hija de 13 años que quiere tener relaciones sexuales con un adulto, pensaría que no está preparado y optaría por la protección. Y lo que no quiero para mi hijo no lo quiero para el resto de la gente".

EVITAR LA INGENUIDAD Como refleja esta terapeuta familiar, el conflicto nace cuando se habla de relaciones entre menores y adultos, no entre iguales. Para ella, subir la edad mínima a 16 años sería muy relevante: "La relación entre una persona de 16 o 17 años y otra de 30 es totalmente distinta", asegura.

En opinión de Carme Gómez Granell, doctora en Psicología, "es necesaria más reflexión, más debate, más tranquilidad. No soy partidaria de ir cambiando leyes, que es lo más barato. En su lugar hay que invertir en la formación de los padres". Gómez afirma que existen estudios que demuestran que la prevención con los padres funciona y subraya como decisivos tres elementos: "La comunicación con los hijos, su seguimiento y el control. Antes los padres eran muy autoritarios, solo había control. Ahora son permisivos. Conviene un equilibrio".

La pediatra Carme Valls tampoco se enroca en la reforma legal, aunque no la rechaza: "13 años no me parece una edad para que las niñas afronten relaciones sexuales. Algunas, ni a los 15. También hay niñas muy adultas, pero es una edad justita. Pero sería mejor gastar en prevención y, antes de pensar en todo lo de la edad mínima, ofrecer una educación sanitaria. Preparar a los niños en lugar de darles herramientas que no saben utilizar". Un ejemplo de lo que cree que debería cambiar es que ahora en un ambulatorio se atiende a una niña de 12 años si demuestra madurez y se le pueden recetar anticonceptivos y la píldora del día después. "Quizá lo hemos adelantado todo y los niños queman etapas demasiado rápido". Porque Valls también se refiere a las relaciones entre menores y al riesgo que puede existir en ellas, como el contagio de enfermedades de transmisión sexual.

CONTRA EL ABUSO "Proponemos desde hace años elevar la edad mínima legal", explica Yolanda Román, responsable de incidencia política de la organización Save the Children, una entidad que lleva tiempo reclamando la modificación. Esta es una de las diez recomendaciones que la organización hizo con motivo de las últimas elecciones legislativas. "Para nosotros, el debate no es cuál es la edad adecuada para tener relaciones sexuales, sino cómo prevenir el abuso. El abuso se da en una relación asimétrica de poder, de capacidad de decisión y de diferencia de edad". Román cree que el Gobierno es "ambiguo" sobre si elevará la edad mínima para el sexo consentido y apunta que lo óptimo sería decidir caso por caso. "Como no podemos hacerlo, creemos que a los 13 años no existe un desarrollo emocional suficiente", concluye.

"En un mundo perfecto, todo dependería de la madurez de cada uno", conviene Marta Arias, directora de políticas de infancia y sensibilización de Unicef España. La referencia de Unicef es el Comité de los Derechos del Niño de la ONU, que señala como demasiado baja no solo la edad mínima legal para tener relaciones sexuales consentidas en España, sino también para casarse (14 años, con dispensa judicial). Como el resto de consultados, Arias rechaza que se legisle en caliente y solo se piense en sancionar.

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