La campaña de escrache orquestada por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) contra los diputados del PP está siendo aprovechada por este partido para intentar deslegitimar a la organización que ha evitado cientos de desahucios y que promueve un cambio legislativo que podría ser histórico. La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, que vinculó ayer a la PAH con "grupos proetarras" es quien ha ido más lejos con sus acusaciones, aunque no es la única que las ha formulado.

La declaración de Cifuentes no fue fruto de un calentón. Lanzó la acusación a primera hora de la mañana en Radio Nacional y lo reiteró unas horas después en una rueda de prensa. Aportó varios argumentos. El primero, que la PAH "apoyó una manifestación de apoyo a los presos de ETA". Pero se refería en realidad a una de las muchas protestas en favor del acercamiento de los presos de ETA en las que participan asociaciones de derechos humanos y hasta federaciones de fútbol. La asociación que participó, Stop Desahucios Bizkaia, no está integrada en la PAH, por considerarla una estructura "más jerárquica", según una de sus fundadoras, Marta Uriarte, que hoy se manifestará junto a sus compañeros frente a la sede del PP de Bilbao, en protesta por la "acusación difamatoria".

ACOSO VIOLENTO También apuntó Cifuentes otro argumento: "Bildu apoya a la PAH". "Esa comunión de ideas no es positiva. Los responsables deberían desvincularse", añadió, tras sumarse también a su compañero de partido Iñaki Oyarzabal, que criticó los escraches por ser, a su juicio, muy parecidos a la kale borroka. Al lado de Cifuentes estaba el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, que advirtió que no iba a tolerar "ningún acto de violencia".

Frente a esta ofensiva, la portavoz de la PAH, Ada Colau, que defiende la actitud "pacífica" y la "labor informativa" de los activistas, amenazó con querellarse contra Cifuentes y quienes les acusen de ejercer la violencia. "Es realmente inmoral y no descartamos acciones legales por la difamación y el clima de confusión y tensión que están creando", afirmó.

Los dirigentes de la plataforma tienen claro que hacen frente a una estrategia destinada a desviar la atención del previsible rechazo en el Congreso de la iniciativa legislativa popular por la dación en pago, que el PP aceptó tramitar a última hora. Toda la oposición, excepto UPyD, rechazó las palabras de Cifuentes. Vincular a ETA y su entorno al movimiento antidesahucios le pareció al portavoz del PSOE de Economía en el Congreso "una barbaridad que dice mucho de quien la pronuncia".