FENÓMENO ASTRONÓMICO

El cometa ISON 'muere' ante el Sol

La gran bola de roca y hielo no sobrevivió al aproximarse al astro

EL PERIÓDICO

El cometa ISON, cuyo acercamiento al Sol era seguido con expectación por astrónomos de medio mundo, murió ayer por la tarde al llegar al punto de máxima aproximación al astro, momento en el que debía soportar temperaturas de hasta 4.000 grados y una enorme atracción gravitatoria. Las imágenes suministradas por las sondas Soho y Stereo mostraron cómo el objeto se desintegraba poco a poco y desaparecía. No reapareció.

Los astrónomos confiaban en que el cometa superara el tránsito y que, debido a la sublimación del hielo por efecto del calor, se convirtiera en un objeto muy brillante observable a simple vista durante las próximas semanas. Según las previsiones de la NASA, el ISON tenía suficiente tamaño --un núcleo de entre uno y cuatro kilómetros de diámetro-- para que parte de él sobreviviera al ambiente hostil. También confiaba en que la velocidad de desplazamiento del ISON evitara males mayores. Sin embargo, las previsiones más pesimistas se cumplieron. Podía haber sobrevivido al parecer parte de la cola, pero en todo caso "tampoco durará muchas más horas", comentó Pablo Santos, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), centro del CSIC en Granada.

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