La Policía Nacional ha desarticulado una red nigeriana que llevaba dieciséis años traficando con mujeres para fines de explotación sexual, en una operación que se ha desarrollado en Madrid, Tarragona y A Coruña en la que han sido detenidas siete personas y liberadas doce víctimas, una de ellas menor de 15 años.

Así lo han informado la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes; el jefe superior de Policía de Madrid, Alfonso José Fernández Díez, y el comisario Santos Catalino, segundo jefe de la Ucrif (Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsedad Documental) de Madrid,

Los siete detenidos, todos los cuales han ingresado en prisión, captaban a jóvenes nigerianas con falsas ofertas de trabajo en Europa o, si eran menores, les ofrecían cursar estudios en España, y antes de viajar las sometían a rituales de vudú en presencia de un brujo para que fueran obedientes y no denunciasen su situación a la policía.

Cuatro de las detenciones se han practicado en Madrid, dos en Tarragona y una en A Coruña, aunque la red operaba también en Córdoba y Málaga, así como en Suiza. La investigación comenzó en julio del año pasado a raíz de la documentación que se incautó en una operación similar, en la que fueron detenidas diez personas y liberadas cuatro mujeres.

El cabecilla de la red era conocido como Mr. Bush o Tito Godwin, quien manejaba mucho dinero y "movía muy bien los hilos en su país", lo que le permitía convencer a las mujeres y traerlas desde Nigeria a España con pasaportes falsos, según ha relatado el comisario de la Ucrif.

Una vez en España les retiraban el pasaporte y les descubrían que tenían que prostituirse hasta saldar una deuda de entre 45.000 y 60.000 euros, a la que sus captores iban sumando el coste de la habitación y de la comida que les proporcionaba el grupo. Además, sus captores las llevaban a las oficinas de asilo para que cumplimentaran este trámite, diciéndoles lo que tenían que decir.

Las mujeres eran distribuidas por clubes y pisos de diferentes ciudades españolas y europeas, donde si se negaban a ejercer la prostitución eran agredidas.

Al culminar la operación, la Policía ha detenido a siete personas, entre ellas el cabecilla, y ha localizado a doce víctimas, seis de las cuales ya habían saldado supuestamente su deuda con la banda, mientras que otras seis permanecían retenidas.