El temario de la asignatura de Religión aprobado por el Ministerio de Educación y que fue publicado este martes en el BOE no convence a nadie. Para algunos "se pasa de frenada" y para otros la reforma se queda corta. El portavoz de Educación del PSOE en el Congreso, Mario Bedera, reclamó ayer la comparecencia urgente del ministro José Ignacio Wert para que explique la "pasada de frenada" de la Conferencia Episcopal Española (CEE) en la definición de los contenidos de la asignatura de religión. Los socialistas creen que la CEE se ha "echado al monte" y ha fijado unos contenidos que pasan por el "túnel del tiempo" hasta 1978, "antes de la promulgación de la Constitución". El diputado rechazó "frontalmente" que en Bachillerato se explique el "creacionismo", lo que supone, a su juicio, "enseñar a un alumno el origen divino del cosmos y que éste no proviene del caos ni del azar y evaluarlo por eso". También se mostró convencido de que en Primaria se va a "volver a los rezos", ya que en la asignatura "se dice que hay que expresar oral y gestualmente la gratitud hacia Dios". Ni siquiera los conservadores catalanes de CiU salieron ayer en defensa de la reforma de José Ignacio Wert. El portavoz adjunto de la formación en el Congreso, Pere Macías, criticó la visión "anticuada" del PP sobre la asignatura de Religión cuando hasta el Papa, a su juicio, "está cambiando" sobre la forma de entender la fe en la actualidad. "Mientras aquí publicamos esta visión anticuada de la religión, el papa nos dice cosas como que pagar salarios en negro constituye un pecado gravísimo. Este mundo está cambiando, que incluso el papa, la religión católica, los cristianos, estamos cambiando y algunos parecen anclados en su mayoría absoluta en el pasado", afirmó Macías.

El diputado convergente apuntó que él no es demócrata cristiano, como sí lo es el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, pero se mostró convencido de que tampoco compartiría el trato que el Gobierno del PP quiere dar a la religión.

La CEE, por su parte, consideró ayer que el tratamiento a la religión en la escuela es insuficiente, que no recoge el derecho de los padres a educar a sus hijos en función de sus creencias y reduce la duración de las clases. Así lo afirmó ayer el portavoz de la CEE, José María Gil Tamayo, quien denunció que la asignatura de religión en la nueva ley no desarrolla "de manera completa" lo que establece la Constitución sobre el derecho de los padres de enseñar a sus hijos en el ámbito religioso.

OFERTA OBLIGATORIA A su juicio, la duración de las clases de religión en Primaria ha quedado reducida a 45 minutos en Ceuta y Melilla, mientras que en el Bachillerato la asignatura se deja a la libre disposición de las comunidades o del propio centro educativo que puede establecerla como oferta, pero no está obligado a ello. "Lo pactado es la oferta obligatoria --de la asignatura-- y la elección libre", subrayó Gil Tamayo. CCOO, por su parte, pidió ayer la "derogación" de los acuerdos con la Santa Sede y la salida de la religión de la escuela pública. A su juicio, el texto publicado en el BOE "es coherente con los acuerdos firmados con la Santa Sede en las postrimerías del franquismo, aún vigentes y más empoderados que nunca".