En el historial de hitos de la exploración y conquista del espacio exterior, Rusia y EEUU se hallan prácticamente empatadas. La URSS fue responsable de poner en órbita el primer satélite artificial --el Sputnik-1 en 1957-- y también, cuatro años más tarde, el primer país en hacer lo propio con un ser humano, el cosmonauta Yuri Gagarin, a bordo de la nave Vostok-1. La NASA norteamericana, por su parte, se impuso en la carrera de ser la primera en facturar a la Luna a una tripulación humana --la misión del Apolo-11 en 1969, con Neil Armstrong como comandante--, y la primera en el lanzamiento de un cohete espacial reutilizable, el transbordador Columbia, en 1981. Rusia intenta deshacer este empate técnico enviando dentro de 14 años cosmonautas a la Luna. "En el 2029 --proclamó ayer Vladímir Soltnsev, director de Energuia, diseñadora de los ingenios espaciales rusos-- habrá un vuelo tripulado a la Luna". El fin es una misión permanente y los vuelos interplanetarios.