LOS RECORTES

En cuatro años, más de 125.00 dependientes han muerto sin prestación

MANUEL VILASERÓ

El número de dependientes reconocidos que han fallecido desde diciembre del 2011 sin haber podido disfrutar de su prestación asciende ya a 126.000, según el balance de legislatura presentado por el Observatorio Estatal para la Dependencia. El documento cifra en 2.865 millones de euros el hachazo que Mariano Rajoy ha asestado al sistema de ayudas.

Los datos de la lista de espera son preocupantes. 1,1 millones de personas tienen reconocida su situación de dependencia pero de ellas, 384.326 siguen en lista de espera, sin haber podido acceder a ayuda alguna. Y de esa cantidad, más de una cuarta parte, 106.000, son grandes o graves dependientes.

José Manuel Ramírez Navarro, presidente de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, advierte a los futuros integrantes del Gobierno que "o se invierte de manera decidida e inteligente o se asume que no se puede garantizar el derecho a la dependencia reconocido por la ley".

La decisión a tomar es muy simple, para Ramírez. "Con los 2.800 millones recortados se podría empezar a atender a todos los incluidos en la lista de espera", certifica. No sería una decisión frívola ni ruinosa por el retorno en impuestos, empleo y cotizaciones sociales que generaría, según los datos del informe.

Si efectivamente se atendiera a esas 384.000 personas en espera, se generarían más de 90.000 nuevos empleos directos y el incremento de gasto público real sería de solo unos 1.600 millones de euros porque los más de mil restantes se recuperarían con los mencionados retornos de impuestos y cotizaciones.

La ley de la Dependencia establecía que el Estado y la comunidades debían financiar a partes iguales el coste del sistema, pero eso nunca llegó a cumplirse. En un momento inicial, la Administración Central asumió el 40% pero el porcentaje ha ido bajando hasta situarse en un 22,6%.

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