UNA TRADICIÓN MEDIEVAL

Prohibido matar al Toro de la Vega para adaptar el torneo al siglo XXI

La Junta de Castilla y León veta que se mate al astado en espectáculos taurinos populares. El alcalde de Tordesillas anuncia que recurrirá el decreto y que intentará que vuelva a celebrarse

Prohibido matar al Toro de la Vega para adaptar el torneo al siglo XXI

Prohibido matar al Toro de la Vega para adaptar el torneo al siglo XXI

RAMÓN VENDRELL

Eln vísperas electores, la Junta de Castilla y León (PP) hizo ayer un gesto al sentir mayoritario y aprobó un decreto que prohíbe la muerte de reses en presencia de público en espectáculos taurinos populares y tradicionales. El Toro de la Vega es el único de los 13 espectáculos de estas categorías que hay en la comunidad que incluye la muerte del astado, de modo que la norma es específica para la justa en cuestión. Entre vetar o proteger al acosado Toro de la Vega, explica José Antonio de Santiago-Juárez, consejero de la Presidencia, han optado por lo segundo con una fórmula que lo adapta "a la sensibilidad del siglo XXI".

El alcalde de Tordesillas, el socialista José Antonio González, informó de que el ayuntamiento recurrirá en los tribunales el decreto en base a que contraviene el espíritu de la ley para la regulación de la tauromaquia como patrimonio cultural. Asimismo dijo que cara a la próxima edición del torneo, en septiembre, el consistorio trabajará "para que se siga celebrando como se ha celebrado durante 500 años".

LEY COBARDE

Luis Martín, profesor de la Facultad de Medicina de Valladolid y miembro del Patronato del Toro de la Vega, anunció una "batalla legal y resistencia civil" ante una "ley cobarde que castiga al disidente". "Si tanto les ofende la muerte de un toro, ¿por qué no la prohíben en las corridas, donde se matan seis?", se ha interrogado.

Fuera del círculo de forofos de la lid todo era satisfacción. Pedro Sánchez, el candidato socialista a las generales, calificó el veto de "muy buena noticia". El diputado del PP Leopoldo Barreda lo consideró "acorde con la sensibilidad de la sociedad actual". Las entidades animalistas lo aplaudieron si bien lo juzgaron una victoria a medias: reclaman que se prohíba todo el espectáculo. Y por una vez estuvo de acuerdo con ellas la Asociación Taurina Parlamentaria, cuyo presidente, el exsenador del PSOE Miguel Cid, dijo: "No tiene que ver con la tauromaquia, a la que desprestigia. Que se suprimiera el espectáculo me parecería bien".

La popularidad del Toro de la Vega ha crecido en paralelo a su rechazo. A más protestas, entregas de firmas en contra al Congreso y denuncias incluso ante Bruselas, más asistentes. A la última celebración asistieron 40.000 personas (Tordesillas no llega a 9.000 habitantes).

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