André Borschberg, piloto de anteriores etapas, fue el primero en subir ayer en Sevilla a la cabina del Solar Impulse II y fundirse en un largo abrazo con su colega Piccard, quien no pudo reprimir un potente "Good morning, Sevilla!" nada más bajar del avión. Posteriormente, Piccard besó a su esposa, a su hija y a su hermana, e ironizó ante la prensa: "Colón hizo el viaje de ida a América y alguien tenía que volver". Piccard señaló que su viaje no ha sido solo geográfico sino también simbólico, porque ha traído a Europa "el nuevo mundo de las tecnologías limpias y del respeto a la naturaleza", del que se ha proclamado "embajador".

Borschberg explicó que la elección de Sevilla como punto de llegada de esta etapa, no previsto al iniciarse el viaje, ha obedecido a razones geográficas y meteorológicas, pero también a que la capital andaluza ha sido una de las primeras en apostar por las energías renovables y alberga las mayores torres termosolares de Europa.

El equipo del Solar Impulse II deberá decidir cómo completa la vuelta al mundo. En principio se prevén dos vuelos más, uno desde Sevilla hasta algún punto del Mediterráneo, y el segundo hasta Abu Dabi.