Los bomberos rescataron ayer a dos niños que habían quedado sepultados durante más de 14 horas bajo su casa tras el terremoto que sacudió la isla italiana de Ischia el lunes por la noche. Previamente habían rescatado a un bebé. Al menos dos personas murieron y 39 resultaron heridas por el seísmo de magnitud 4 en la escala de Richter que sacudió la turística isla, situada frente la costa de Nápoles. Mattia, de 7 años (foto), fue rescatado hacia las once de la mañana y posteriormente se comunicó que también se había localizado a su hermano Ciro, de 11. Agotado por el esfuerzo, necesitó oxígeno para respirar mientras estaba atrapado y después, una vez fue rescatado, fue ingresado en un hospital cercano para recibir asistencia.

En el momento en el que Ciro, el último de los afectados que estaba atrapado entre las ruinas, era liberado, los vecinos que se habían acercado a la zona para dar su apoyo rompieron en aplausos y en gritos de alegría.

Entre los habitantes que sonreían por Ciro estaba Valeria, una joven de 18 años que cuando se produjo el sismo estaba junto a su hermana con el ordenador y sintió cómo en un par de segundos «todo se movía, la estantería se caía y se apagaba la luz».

Valeria se salvó, junto con su hermana y sus padres, pero su casa es una de las que quedaron destrozadas.

Respecto a los 41 heridos, 12 continúan ingresados, entre ellos los tres niños, debido a los pequeños traumas sufridos, confirmó el director sanitario del hospital de Ischia, Antonio D’Amore, en declaraciones a un canal de televisión italiano.

El más grave es un hombre de 44 años que fue trasladado al hospital Cardarelli de Nápoles por los traumas provocados por el derrumbe de su casa.

Casi un año después del terremoto que asoló en agosto Amatrice y otras localidades del centro de Italia, el país volvió a revivir el miedo y la angustia con un nuevo seismo. El terremoto se produjo ayer a las 20.57 hora local (18.57 GMT) y se dejó sentir en toda la isla.

Sin embargo, la peor parte se la llevó el municipio italiano de Casamicciola, cuyo centro quedó destruido y donde numerosas casas quedaron reducidas a escombros. Otras muchas presentaban ayer agujeros y grietas en sus fachadas, y otras permanecían en pie a medias, dejando entrever las estancias.

CHARLA EN LA CALLE

Los vecinos se encontraban ayer fuera de sus casas, paseaban por las calles o charlaban en sillas de jardín o en las entradas de sus portales.

La isla de Ischia es una de las más bellas de Italia y, aunque habitualmente cuenta con unos 70.000 habitantes, en periodos estivales se convierte en meta turística y llega incluso a acoger a 300.000 personas.