El incendio forestal, al parecer intencionado, que se declaró el pasado lunes en Encinedo (León), en la zona de La Cabrera, estaba anoche sin controlar y se situaba en un perímetro de más de 8.000 hectáreas. El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones, alertó de que las rachas de viento en el entorno del incendio complicaban las labores de extinción y podían reavivar las llamas. Aunque lanzó un mensaje de «tranquilidad» a los habitantes de la zona, reconoció que el frente norte del incendio se dirigía hacia el territorio del pequeño municipio de Robledo de Losada, que contaba ya con un plan de desalojo por si fuera necesario. La abrupta orografía y el fuerte y cambiante viento registrado en el lugar figuraban entre las condiciones que perjudicaban las labores contra el fuego más importante en extensión de los registrados en Castilla y León en lo que va de año, si bien el consejero ha precisado que se trata de terreno de matorral que regenera más rápido que los arbolados.

Por otro lado, un incendio se declaró alrededor de las 19.00 horas de ayer en las inmediaciones de la urbanización Las Atalayas de Peñíscola (Castellón), pero fue controlado sin el desalojo de ninguna vivienda. El fuego afectó a una zona de cultivos abandonados cercana a un grupo de viviendas y un camping.