Casi la mitad de los conductores muertos en las carreteras en el 2016, el 43%, habían consumido drogas legales, como alcohol y psicofármacos, o sustancias ilegales, según la memoria del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. Es una cifra idéntica a la del 2015 y similar a las de los útimos cuatro años. La situación no ha mejorado.

La memoria revela que los resultados positivos en el consumo de alcohol, drogas y psicofármacos corresponden casi todos a hombres (95%). En la franja de edad, el 67% de conductores fallecidos con presencia de esas sustancias en su cuerpo estaba entre los 25 y los 54 años, con predominio del grupo de 45 a 54 años, donde se registra el 25% de los casos.

En relación con las sustancias consumidas, consideradas de forma individual sin asociaciones entre ellas, el 29,5% de los casos analizados había tomado alcohol, mientras que la presencia de drogas ilegales era del 15,5% y la de psicofármacos, del 10,5%.

Respecto al consumo de drogas ilegales entre los fallecidos, cocaína y cannabis son las más frecuentes, con el 48% de siniestros. Si se detectó la presencia de una única droga en lugar de una asociación de ellas, prevalecía el cannabis en el 53%.

De las 167 muestras analizadas de peatones muertos por estos siniestros, la memoria indica que el 31,7% de los peatones fallecidos daba muestra de haber consumido alguna de las sustancias. En el conjunto de la seguridad vial, las cifras globales de siniestralidad tampoco mejoran. Al contrario, empeoran. Las víctimas de tráfico superan ya en lo que va del 2017 el millar de muertos (1.005), 28 más que en igual periodo del 2016, el 2,8% más. El año pasado no se alcanzaron los 1.000 fallecidos hasta el 9 de noviembre.

A falta de dos días para cerrar octubre, el mes registra 121 fallecidos.