Las criptomonedas, o monedas virtuales, llevan en funcionamiento desde hace años. El paso del tiempo ha confirmado que este nuevo mercado financiero digital ha llegado para quedarse, ya que cada vez son más quienes utilizan este tipo de monedas virtuales. A pesar de ello, aún hoy, las criptomonedas no están reguladas desde un punto de vista legal, por lo que la utilización de las mismas deja muchas puertas abiertas y sospechas.

En este sentido, una de las críticas más comunes que tiene la utilización de criptomonedas es la utilización que hacen de ellas algunos grupos para realizar asuntos ilegales. Blanqueo de capitales, financiación de terrorismo son algunos de los ejemplos que diversas autoridades han puesto sobre la mesa a la hora de criticar estas monedas. A pesar de ello, ningún organismo parece que ha decidido realmente apostar por regular el mercado de las criptomonedas.

O, al menos, eso parece. Y es que, a finales de 2018, la Unión Europea (UE) anunció que iba a poner cartas sobre la mesa con el objetivo de regular el mercado de las monedas virtuales con el objetivo de ofrecer mayor seguridad y transparencia en un tipo de dinero que, si por algo destaca, es por no estar controlado por nadie.

Al respecto, las autoridades de la UE consideran que el mercado de las monedas virtuales cuenta con muchos interrogantes. No sólo por el uso que de estas monedas hacen grupos ilegales sino también por el riesgo que pueden correr inversores o usuarios particulares en el día a día y con la utilización de este tipo de monedas.

De hecho, son numerosos los casos de particulares que han sido víctimas de estafas tras decidir invertir en monedas digitales sin informarse lo suficiente y limitando su conocimiento a las fuentes que encuentran por internet. Esta falta de información, el poco conocimiento por parte de los inversores y no contar con el asesoramiento de los mejores brokers de criptomonedas a costa de quienes querían invertir en monedas virtuales.

Así, uno de los casos más sonados de estafas ocurrió en el año 2017 cuando el joven millonario de 22 años Aarni Otava Saarimaa perdió 24 millones de dólares tras sufrir una estafa tradicional de inversión en Bangkok (Tailandia).

UN MERCADO QUE CRECE PERO SIGUE SIENDO VOLÁTIL

El Parlamento Europeo, según señaló en un estudio, manifestó que las 100 criptomonedas más importantes del mundo tenían a comienzos de 2018 una capitalización de 330.000 millones de dólares mientras que las 1.500 criptomonedas existentes alcanzaron un pico de 728.000 millones. Poco después el valor cayó a la mitad, lo que pone de manifiesto la volatilidad que aún existe en este tipo de moneda virtual.

De ahí la importancia que tendría la regulación de las criptomonedas, ya que permitiría aportar un grado mayor de seguridad y confianza, posibilitando al mismo tiempo la entrada de nuevos particulares. Esto ayudaría a superar la barrera que todavía existe por la mayor parte de la población en cuanto a la tecnología blockchain y las criptomoneda.

Por ello y a pesar de que el sistema financiero ya está adoptando, poco a poco, el uso de las criptomonedas todavía es necesario que haya una regulación más clara para la población la adopte de una forma generalizada y realmente suponga una competencia real a monedas como el dólar o el euro.

Algunos ejemplos del uso que se está dando a esta tecnología es el de Mastercard, desde donde patentaron un sistema blockchain para hacer pagos instantáneos, o los bancos como el BBVA o Banco Santander en España que ya han incorporado el blockchain en sus plataformas.

En la actualidad, las monedas más conocidas e importantes son Bitcoin, Ethereum, Ripple y Litecoin. Para invertir en este tipo de monedas es necesario realizar un trabajo de investigación importante para encontrar una empresa de brokers que aporten todas las garantías de calidad, confianza y transparencia para no ser víctima de una estafa.