Los dos jóvenes vecinos de Banyeres detenidos por la Policía Nacional en Alcoy como presuntos autores de casi una veintena de fracturas que presenta su bebé de tres meses ingresaron ayer en prisión preventiva acusados de lesiones graves y malos tratos.

La madre no declaró ante la Policía tras su detención formal y el padre aseguró que las lesiones se produjeron de forma accidental al caerse él con su bebé en la vivienda. No obstante, el informe médico señala que la lactante presenta cerca de una veintena de fracturas en diferentes fases de evolución.

La magistrada titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Alcoy, en funciones de guardia, tomó declaración ayer a los progenitores y acordó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, según el Tribunal Superior de Justicia (TSJ). Los padres, de 20 años ella y 25 él, han quedado investigados en una causa abierta por «un delito de lesiones graves y un delito de violencia doméstica habitual, sin perjuicio de ulterior calificación», según el TSJ.

La juez de guardia también adoptó unas medidas cautelares de carácter civil que incluyen la retirada provisional de la custodia de las dos hijas, la de tres meses que está ingresada en la UCI pediátrica del Hospital Clínico de Valencia y otra de cuatro años que no presenta indicios de malos tratos. Según el TSJ, la magistrada ha acordado suspender para ambos progenitores el derecho al ejercicio de la patria potestad respecto de la bebé y atribuir su guarda y custodia a la Generalitat Valenciana, además de suspender el régimen de visitas y comunicación entre los padres y la menor, incluso en el centro penitenciario de Fontcalent, donde están recluidos desde ayer por la tarde.

En cuanto a la otra hija de la pareja, de 4 años de edad, la magistrada de Alcoy ha acordado atribuir de forma provisional la guarda y custodia a una familiar, aunque bajo la supervisión de Servicios Sociales.

Los padres prestaron declaración ante la juez de guardia tras haber permanecido detenidos tres días por la Policía Nacional de Alcoy, que ha retomado la investigación del muerte de un hermano mellizo de la bebé el pasado 7 de enero. El informe preliminar de la autopsia determinó que el bebé murió por causas naturales, pero aún se está pendiente de pruebas complementarias para que el Instituto de Medicina Legal emita sus conclusiones definitivas.

Una vecina de la pareja encarcelada aseguró ayer a este diario que los bebés mellizos «no han tenido vida» y continuamente se les escuchaba llorar. «Pero no eran lloros normales», afirma esta mujer, que ha declarado como testigo. La vecina llamó de madrugada en Nochevieja a la Policía Local de Banyeres por los lloros, pero le restaron importancia y le contestaron que «los niños lloran». Una semana más tarde, la mañana del 7 de enero, escuchó de nuevo lloros y a continuación «oí unos gritos de la madre y de repente dejaron de llorar». Horas más tarde descubrió que uno de ellos había muerto y estaba en la casa la ambulancia y la Guardia Civil. «Bajé a ver si necesitaban algo y me cerraron la puerta», añadió esta testigo, que afirma que no ha presenciado ninguna escena de malos tratos de los padres con los bebés y que únicamente se trata de unas personas «nada sociables».

La causa judicial continuará siendo instruida por el juzgado de Primera Instancia e Instrucción 3 de Alcoy, que ya había abierto diligencias previas tras el ingreso hospitalario de la menor de tres meses el pasado fin de semana.